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El INE y la polémica sobre el proceso electoral en el Poder Judicial

Lo bueno… Lo malo…

Por Mariano Quintal Yam

Malo, pésimo es que nuestra sociedad haga ojos y oídos sordos ante los crecientes reclamos por la comisión de actos indebidos que tienen un tufillo o tufote a corrupción, y desde la cima del poder alguien, ¿o todos? se nieguen a cumplir con su trabajo, que es velar por el buen servicio que como institución prestan.

Me parece ver la cara de asombro de mis dos lectores, por el galimatías que antecede estas líneas, pero expliquémonos un poco más:

La presidenta del Instituto Nacional Electoral, Guadalupe Taddei Zavala, al parecer se llenó la boca de orgullo, al calificar de “excelente” el proceso electoral que eleva al trono de la judicatura a profesionales que podrían no tener culpa en este viciado y pestilente proceso electoral. En la votación final 6 consejeros dieron su aprobación, mientras que cinco de ellos no avalaron dichas elecciones. ¿Están equivocados estos cinco? Al tiempo…

Entre las anomalías citadas en las pasadas elecciones del día primero de este mes están:  los llamados acordeones que “ayudaron” a la población a decidir por quién votar. En 15 estados del país, o más, el voto se decidió por el uso ¿o mal uso?, de esos acordeones que dieron el triunfo a los señalados en los acordeones de marras. Y como en los viejos tiempos del todopoderoso PRI, urnas “panzonas”, es decir con más votos depositados que población electoral contemplada en el padrón. Y desde luego que no se menciona el acarreo de votantes, las viandas y el presumible pago por voto. Pero claro, habría que probar que hubo “mala intención” …

¿Qué tan mal estará la corrupción en todos los campos de la vida pública, y hasta en la privada que un hombre está a un paso de ser declarado santo por la Iglesia Católica, ¿Sabe usted por qué? ¡¡Por cumplir con su trabajo!!

Floribert Bwana Chui Bin Kositi era funcionario de aduanas en la República Democrática del Congo y estaba de servicio en Goma, su lugar natal, cuando le ofrecieron mil dólares por dejar pasar un cargamento de arroz en mal estado. No aceptó y el soborno se dejó llegar hasta los 3 mil dólares, pero se negó a dejar pasar ese cargmento y eso le costó la vida.

Lo que no se ha dicho, o no se ha difundido mucho, es que Floribert creía firmemente en la religión, el Evangelio y el amor a la justicia y en el caso del pretendido soborno habría dicho poco antes de su asesinato, a la hermana Jeanne-Cécile, que se había negado a aceptarlo porque “como cristiano no podía aceptar poner en peligro la vida de tanta gente” y como creyente y seguidor de Cristo habría dicho que prefería morir a aceptar el soborno…

Mientras este escribidor pergeña estas letras la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo realiza una nueva visita a la Península de Yucatán, a casi dos meses de su pasada visita el 26 de abril.

El viernes 20 de junio la Presidenta sigue reforzando su programa de Salud Casa por Casa, en el Hospital General Felipe Carrillo Puerto de Quintana Roo, en el vecino Estado. Al concluir sus actividades, pernoctó en Valladolid, para luego, según información divulgada, en Izamal entregar tarjetas del programa “La escuela es nuestra” y a las 2 de la tarde encabezar otro evento destinado a la salud, IMSS-Bienestar en el nuevo Hospital General Agustín O’Horán, en Mérida.

Por la tarde se trasladará a Campeche, para continuar con su gira encaminada a velar –eso se dice- por la salud de las y los habitantes de esta Península.

Es de desearse que haya más y mejores funcionarios que estén dispuestos a entender que son “servidores de la nación”, encargados de la salud de las personas que están enfermas y ven a doctores y doctoras y a todo el personal médico como a los salvadores de la vida que tienen en peligro y por eso acuden a un IMSS en donde muchos trabajadores tratan “con la punta del pie” a quienes están obligados a proteger, porque para eso les pagan. Y si no, “pos ahy ta” su sindicato, pero…

Es de desearse y bueno sería que el primer milagro –si es canonizado- Floribert Bwana Chui Bin Kositi, sea lograr que las y los malos servidores de la salud –y todos los servidores -públicos- cumplan con el trabajo –honestamente- que les fue encomendado, así la vida les vaya de por medio…

¿Algún día veremos ese milagro?