Lo bueno… Lo malo

Por Mariano Quintal Yam
Bueno, excelente, que el gobierno del Estado de Yucatán anuncie reformas a la Ley del Instituto de Seguridad Social de los Trabajadores del Estado de Yucatán, para que las y los trabajadores pertenecientes a esta “quebrada” institución puedan jubilarse a los 28, las mujeres, y 30 años de servicio, los varones, sin importar la edad biológica de estos.
El anuncio lo hizo Joaquín Díaz Mena en su conferencia mañanera del pasado miércoles 9, como la enmienda al bodrio de ley que enviara al Congreso del Estado, cuyos legisladores, con algunas excepciones, sin asomo de vergüenza alguna, y pese a las protestas de las y los trabajadores, la aprobaron. Esto no sería lo malo, sino lo pútrido.
Pero hete aquí que la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán, presidida en ese entonces por Miguel Óscar Sabido Santana solicitó y obtuvo, de la Suprema Corte de Justicia el amparo correspondiente que invalidó la “ley vil antitrabajador”, que promoviera el almorzador, desayunador y ahora senador, Mauricio Vila Dosal, de quien se dice utilizó al ISSTEY como caja chica, con más de 398 millones de pesos, del patrimonio de las y los trabajadores., actualmente en litigio.
Díaz Mena aseguró que “El Isstey no será más caja chica ni botín político, sino una institución fuerte, justa y al servicio de quienes han entregado su vida al servicio público”. Se entiende que Díaz Mena dio su palabra de que en su administración se mantendrán congeladas las cuotas del ISSTEY y se garantizará el pago puntual de pensiones, incluso mediante subsidios estatales si fuera necesario.
Huacho Díaz también anunció mejoras salariales para maestros, como ha informado Mis-Noticias.
Lo malo sería ver de nueva cuenta a un Gobernador que NO cumple su palabra, pero dada la trayectoria de Díaz Mena, la columneja confía en que sí les cumplirá a las y los trabajadores, no como en el caso de Vila, quien no se tentó el corazón para mandarle a sus adláteres del Congreso del Estado la ley que se aprobó, tras viento y marea, hasta que la Suprema Corte, con el rostro rojo de vergüenza, creo, por lo hecho por esos pseudo legisladores que debían velar por el beneficio de sus representados, pero tomaron el papel de Judas y aprobaron una ley que a ojos vistas perjudica a las y los trabajadores.
Cosas veredes mío Cid…
Las consejas populares afirman que el gobernador de Texas, Greg Abbot habría dicho que “si Dios fuera ilegal, lo deportaríamos.

Muchos aseguran que Abbot no pronunció esta frase, pero el asunto, coincidencia o no, es que luego de esas “declaraciones”, se “soltó el diluvio universal” en Texas, conste que no fue universal, pero la columneja compara como universal, al menos en Texas, las precipitaciones pluviales, que desataron el infierno hecho agua en esa capital texana, que iniciaron durante el festejo nacional, 4 de julio del país que gobierna Donald, no el de Disney, que ha dejado cuando menos más de cien muertos y 161 personas desaparecidas, entre la implacable fuerza de la naturaleza, que algo así como 40 millones de cibernautas, creen es castigo divino.
La columneja envía sus más sentidas condolencias, a quienes perdieron a algún familiar en esas inundaciones con visos de diluvio universal y desea fervientemente que las y los desparecidos en esa “hecatombe” aparezcan, sin necesidad de arrepentimiento para el “blasfemo”, para que puedan retornar a sus hogares sanos y salvos.
Pero si quieren conocer el infierno aquí en la tierra, vayan al sitio que gobierna el tal Trump. En donde migrantes, sin deberla ni temerla están sufriendo a más no poder por las decisiones de Donald que ahora está enviando migrantes, ilegales o no al centro de detención, que no carcel, ni penitenciaría, sino centro de tortura, diría la columneja, Alcatraz de los Caimanes, o Aligator Alcatraz, en lengua de los vecinos del norte.
El viernes pasado dos granjas de California, en donde supuestamente se cultiva Cannabis, con licencia, dejaron un muerto y más de 200 migrantes detenidos y enviados al infierno que ni Dante habría imaginado; Alcatraz de los caimanes, en donde a los “huéspedes” les dan comida con gusanos, -ni las proteínas quieren- los “baños” se desbordan y dejan heces fecales en el piso etc., etc.
Thomas Wenski, arzobispo de Miami también ha alzado la voz por las condiciones, corrodsivas e inapropiadas, en las que están migrantes que son enviados a Alcatraz de los Caimanes, en la Everglades de Florida, que se dice tiene capacidad para ¿albergar?, torturar, diría la columneja, hasta a 5 mil personas… aunque las tratan menos que a animales…
Diluvio universal y el infierno en la tierra…