Mérida, 13 de febrero de 2023.- Cerca de 72 horas han pasado desde que unas 30 personas de Sitilpech (comisaría de Izamal), manipuladas por la agrupación Kanan Derechos Humanos, mantienen bloqueada la entrada a la granja porcícola “Kancabchén II” en abierta violación a la ley y poniendo en riesgo la integridad física de los trabajadores, sin que las autoridades correspondientes intervengan para restablecer el orden legal y castigar a los responsables.
En ya cuatro días, desde que el grupo de inconformes impidió el libre tránsito de un vehículo particular proveedor de insumos a la granja, y posteriormente, bloqueó el acceso al centro de producción, el alcalde de Izamal, Warnel May Escobar, ha permitido la anarquía en la comunidad al no intervenir pese a que los afectados solicitaron públicamente el apoyo de la autoridad desde el principio del conflicto.
Vecinos de la comunidad y familiares de los trabajadores, quienes solicitaron el anonimato por temor a ser víctimas de agresiones, externaron su preocupación por la ola de violencia que se está viviendo en la localidad, algo que jamás había ocurrido y que lamentablemente inició desde que Kanan hizo acto de presencia en la comunidad y comenzó a manipular al grupo de unas 30 personas.
Vale la pena destacar que en ese grupo de inconformes aparecen dos personas que operan sus propias granjas clandestinas en la localidad y que en realidad son los que sí contaminan por carecer de los sistemas adecuados para el manejo de los cerdos y de sus desechos, pero increíblemente, Kanan no solo no los denuncia, sino que los cobija, lo que exhibe la falsedad y simulación de “su lucha por el medio ambiente y derechos humanos” de la ciudadanía. Por eso los habitantes de Sitilpech califican a Kanan y socios como falsos ambientalistas´.
“Nos preocupa que esto se ponga peor y tememos por nuestros familiares que trabajan en la granja. Los insultos y amenazas no paran. Estamos asombrados que ni el presidente municipal, ni las autoridades estatales hayan intervenido para evitar estas agresiones. Esos de Kanan son peligrosos, calientan a la gente y se guardan, ni siquiera están acá”, relató una joven madre de tres hijos quien lleva casi cuatro días sin ver a su esposo que trabaja en la granja bloqueda por los rijosos desde el viernes pasado.
Los afectados, señalaron que en la comunidad, se sabe que el abogado de Kanan, Miguel Fernando Anguas Rosado, coordina los actos que se viven desde el pasado viernes 10 de febrero, cuando el grupo que dirige cerró el paso de un camión que transportaba cerdos hacia la granja, luego de que los jueces autorizaron que reinicie actividades al corroborar que no contamina.
Uno de los entrevistados señaló que “Anguas Rosado, organizó posteriormente el violento bloqueo que mantiene cerrada la entrada a la granja, pero él no está ahí y sólo dejó dinero a los manifestantes junto con una promesa de más pago por el tiempo que estuvieran impidiendo que los vecinos de Sitilpech y otros municipios puedan entrar a su centro de trabajo”.
“Ellos ya tienen su sueldo asegurado y seguro en dólares. Kanan les está pagando sus alimentos, les rentan su tiempo, así funcionan. Nosotros no podemos entrar a la granja en la que trabajamos y quién nos va a pagar esos días que por culpa de ellos no se puede trabajar”, afirmaron los empleados del lugar, quienes insistieron en no proporcionar sus nombres por temor a ser agredidos por los organizadores del bloqueo.
Los habitantes de Sitilpech insistieron en acusar que entre los falsos ambientalistas están los dueños de las dos granjas clandestinas en Sitilpech, quienes crían cochinos sin ninguna documentación oficial o regulación ambiental. “De ahí viene el mal olor que se siente, pues ellos todo lo tiran donde sea. Además, son agresivos, pero aun así son protegidos de Kanan y Miguel Anguas”, sostuvieron.
Finalmente, los familiares de los trabajadores reiteraron su petición de apoyo al Gobernador Mauricio Vila Dosal y al presidente Andrés Manuel López Obrador, para que intervengan y regrese la paz a Sitilpech y que Yucatán no pierda su tranquilidad por los intereses económicos de falsas organizaciones ambientalistas como Kanan Derechos humanos A.C.
