El comentario
Hoy se cumplen 19 años de un triple homicidio sucedido en la autopista a Cancún, tramo Valladolid-Mérida. Las víctimas: el Diputado Estatal Pánfilo Novelo Martín, su hijo y su chofer.
Luego de casi 2 décadas el hecho criminal de alto impacto no solamente no se ha esclarecido, sino que prácticamente se ha olvidado. Vale recordar que el profesor y legislador Novelo era militante del PRI que en ese entonces había perdido la mayoría en el Congreso Estatal.
Para la ejecución que sucedió a no muchas horas del amanecer, se utilizaron armas exclusivas para el uso de las fuerzas armadas y se realizó en muy poco tiempo, lo que hizo notar que los sicarios fueron personas con experiencia para realizar el encargado. Casi de inmediato, se acusó del hecho tanto al (des) gobernador de Yucatán, así como a la delincuencia organizada ligada al narcotráfico, señalamientos que no fueron probados en su momento y pues ahora menos lo serán.
Al día siguiente del triple homicidio hubo una multitudinaria concentración de priístas en su sede estatal, conocida como “Casa del Pueblo”. Durante el evento, hicieron uso del micrófono: Roberto Pinzón (dirigente estatal), Carlos Berlín, Federico Granja y Jorge Carlos Ramírez Marín. La perorata de los citados fue muy encendida aunque en la realidad, resultó “llamarada de petate”. Recuerdo que a mi lado se encontraba la Profra. Rosa Elena Baduy, a la que comenté mi extrañeza porque de los “distinguidos” oradores, ninguno convocó a una justificada movilización pública rumbo a la sede del Poder Ejecutivo, para solicitar de manera contundente, el esclarecimiento del asesinato de los compañeros priístas.
Al escuchar mis palabras, la profesora me sugirió subir al escenario y realizar la convocatoria, pero le dije que eso era algo que no me correspondía hacer. Recuerdo bien que casi de inmediato, ella me dijo que quienes habían dado su discurso de “dientes para afuera”, no lo harían porque les “faltaba hombría”. Finalmente nos retiramos del lugar y nunca más ninguno de los citados, hizo algo al respecto porque se diera con los sicarios del diputado y sus cercanos.
Muy poco tiempo después y en una total casualidad, me encontré en el Puerto de Progreso al (des) gobernador Patricio Patrón Laviada y de manera respetuosa, le solicité en el momento apropiado, velar para que se garantice la seguridad a todos los yucatecos, pero más a quienes teníamos desacuerdos muy marcados con él, tal y como era mi caso en ese tiempo. La respuesta de Patricio: una agresión física a mi persona de parte de uno de sus miembros de seguridad y luego, de parte de sus seguidores encabezados por quien fuera líder máximo de los taxistas en Progreso.
Al recuperarse en el 2007 el Poder Ejecutivo, un mediodía acudí a tratar un asunto con el nuevo Procurador de Justicia el notario Pedro Sierra Lira y le sugerí retomar el caso del triple homicidio, aunque ya estaba sin avance alguno desde hace varios años, en la procuraduría federal. Al abogado del estado le pareció la propuesta, pero consultaría a su inmediata superior. Ya no lo volvimos a tratar, porque poco tiempo después fue destituido.
Casi 20 años han pasado desde ese grave acontecimiento, pero aquellos que un día después de la triple ejecución se “lucieron” en su discurso frente a cientos de priístas, hoy siguen siendo tal vez todos, tal y como los calificó la profesora Baduy. Qué infamia! No les parece? Jorge Alberto Rojas Gamboa. Mérida, Yuc., enero-09-2021. Gracias por reenviar a sus contactos nuestra columna. Móvil: 9999041216. Notas al calce: Para quienes me han preguntado sobre el proceso interno de mi partido político (PRI), para tener al precandidato y luego candidato a la Alcaldía de Mérida 21/24, les digo tanto a ellos como los demás, que mantengo la confianza de que se harán bien las cosas y es por esa razón que sigo participando en búsqueda de la candidatura. Espero que cualquier otro interesado, esté dispuesto a sentarnos a platicar para elegir a la mejor opción. Muchas felicitaciones a quienes hoy cumplen años.